La chica del "vino", vino y se fue.
Me dejo pocas palabras y muchas heridas como marcas en la piel. La chica del
vino, me ha convertido en el asesino de los miedos del “qué dirán”. Me
construyo una armadura de un “cinismo sin censura”, para amarla como se debe de
amar. La chica del "vino", vino con el objetivo de llevarse algo más que mi
experiencia. Entro con paciencia en mi memoria y escarbo sacando los recuerdos
enterrados. Quiso curarme con el remedio, de su cuerpo empapado.
La chica del "vino", vino fumando
desde ayer. Me dejo su aroma “nicotina”, en mi camisa de oficina y en mi sweater
de jersey. La chica del "vino" me convirtió en el testigo de sus historias, en la
pena de sus glorias y en su amor sin amor. Sorbo a sorbo, se asomaba el "morbo" del que pasará. La chica del "vino", era esa noche un alma gemela que venia graduada con "honores" de la escuela, de la terrible soledad.
La chica del "vino", amaneció
tomando café. Me dejo la duda, si en su futuro figura, verme otra
vez. La chica del "vino" me ha convencido
que lo "mejor" esta por venir. Que a la vuelta de la esquina, te espera la vida,
para sorprenderte una vez más. Para tentarte a "intentar" ser más que feliz. Yo sigo esperando, mientras voy tomando el vino
que esa noche ella pidió. La chica del "vino", vino y nunca sé fue. Se sienta a mi
lado a mi lado, bebiendo un "rosado" aunque en realidad no este.
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