Muere por vivir. Trabaja para descansar. Se levanta muy
temprano para poder luego trasnochar. La pena le da risa, goza con la tristeza. Sueña futuros de “regresos” mientras
lentamente se aleja. Escribe por hablar y "calla hasta por los codos". Baila en
el lodo, de regreso a casa. Rima "No alcanza" con "lo lograré". Se queda inquieta cuando le dicen: "Por favor, siéntate bien".
Camina por volar. Pone a dietas a las cuentas, con alguna "hora extra" al final . Se sienta en el vagón para luego poder estar de pie. Hace las compras del "mes" con lo que aun no llego. Odia al amor. Abraza su soledad. Cuando habla por teléfono, se le corta la voz cuando dice: Mamá... tengo que colgar.
Extraña lo que no tiene. Ríe por llorar. Pelea a diario consigo, para dejar
de “luchar”.Ganó al perder. Se fue para
llegar. Le tiene miedo a la rutina, planeando improvisar. Muere
por vivir. Gasta energía para poder ahorrar. Muchas veces pide en las mañanas, que el turno de noche ya comienza a terminar. A veces llora de noche, sonríe de día. Independiente como nadie, en busca de compañía.
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