Pongamos que hablo de ti, cuando me refiero a lo mejor. Pongamos que te nombro cuando me pregunta por mi, o también sobre amor y el dolor. Pongamos que se me hace costumbre llamarte, cuando no hay "alguien" que me transmita tu magia. Digamos que si tengo que elegir entre tu vida o vivir, ya siento que la vida se me escapa. Si lo mejor que tengo o que he tenido, ha sido extraña compañía. Tu juego inconsciente que "juega en mi mente" a sacarme de mis casillas.
Pongamos que hablo de ti cuando prefiero no decir. Pongamos que me he ganado odios "contando los cuentos que me cuentas". Pongamos también en claro, que cuando uno esta más que enamorado, comienza a perder la cuenta. Pongamos que te defenderé hasta que tu te des por vencida. Que por cosas de la vida, ya ni siquera me puedas recordar. Pongamos también en duda, que tal vez necesite tu ayuda, para poderte superar.
Pongamos que llegue el fin. Que no haya mas destino que defender y que deje de creer, que dirás que si.
Pongamos que hablo de ti, cuando se me da por escribir. Pongamos que nunca he dejado de buscarte en otras faldas, en besos y miradas, cuando ando por ahí. Digamos que he sido cauto cuando he jurado amor. Que si "uno anda de a uno" es por que asi se siente mejor. Pongamos que hablo de ti, cuando me refiero a lo mejor. Pongamos que por ironías del Destino, puedas pensar igual que yo. Pongamos que esto tendrá el final feliz que ambos queremos. Digamos que por mas que constumbre, hoy también te dire... Te quiero.
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