Cuentan por ahí que el mejor amor es el "imposible" pero esto presenta una contradicion tan grande como ese mismo sentimiento. A veces hay que desligarce aunque cueste el alma de ese afecto casi odio que muchas veces nos vuelve personajes en ensayo de Saramago. Es increíble como nos vamos tranformando en seres simbioticos urgentes de rechazos. Pareciera que nuestra vida lleva otro nombre y apellido y nos vemos retorcidos con cada "no" salido de nuestro enemigo salvador. ¿Será que la persona por la cual lloramos con risas de fondo vale tanto la pena que tiene derecho a bajarnos del planeta?. No lo creo.
Siempre mostrando lo mejor de nosotros, con cariño y detalles que casi siempre pasan desapercibidos, vamos tratando de cambiar a esa persona, que de eso, ni enterada. Vamos esperando "Esperanza" en donde jamás en realidad la hubo. Y terminamos buscando puentes o compañias de amigos que nos dirán lo mismo que siempre solo que improvisado. El amor masoquista no tiene sentido, no tiene razón de ser. Pues como una vez uno de esos amores me dijo a mi... En el amor no hay por que sufrir, alejandoce justamente de mi vida limpiando cualquier rastro de ella por mi bien.
Lo importante es saber que nuestro Mundo no es nuestra calle y que nuestros personajes, no siempre serán clave en nuestra obra teatral llamada "Mi vida". Llegaran muchos más para hacernos sufrir menos. Para darnos la oportunidad de vengar nuestras heridas pero de buena forma. Así que pensemos en el futuro que ya esta casi en nuestro presente. Vivamos entre la gente sintiéndonos seguros del hecho de que si esa persona no es, la siguiente tal vez si lo será.
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