"A veces gana el que pierde
a una mujer". Lo dijo Sabina y a Sabina yo le tengo fe. A
veces es mejor dar el paso al costado y dejar de lado el “Déjà vu” de masoquismo. A veces aunque sea más que difícil,
solo hay que enamorarse de uno mismo.
“Es mejor estar solo que mal acompañado”. Lo dijo una soltera con ayuda de algún divorciado.
Muchas veces solo es cuestión de aceptar que el amor es caprichoso y que casi
siempre juega con el corazón y con la mente. Que si nos enamoramos, casi nunca es para siempre.
"No hay nostalgia peor que
añorar lo que nunca jamás existió." Lo dijo Sabina y Sabina es el mejor. A
veces hay que ser buen perdedor y alegrarse por el intento. Dejar de lado la
maldición del fracaso solo por falta de criterio. A veces es más sencillo dejar
en el pasado todo lo malo que trajo un “mal amor". Tener en claro, que uno
estuvo enamorado pero enamorado de alguien que jamás le correspondió.
"Lo peor del amor es cuando
pasa. Cuando, al punto final de los
finales, no le siguen dos puntos suspensivos." Lo dijo Sabina y Sabina si
ha vivido. A veces hay que hacerle funeral con “rosas y champagne” al amor de
toda la vida. Al sueño que durante horas, días y años, solo supo disfrazarse de
pesadilla. Muchas veces hay que darle
vuelta a la página y escribir con inspiración nueva, una nueva y buena historia.
Sin un “tonto enamorado” ni una " chica maliciosa”.
“Que no te compren por menos de nada. Que no te vendan amor sin
espinas”. Lo digo hoy yo, pero lo escribió ayer Sabina.
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