Mi barco zarpa a diario. Recorre
las olas y se sumerge en el océano. Toma velocidad para superar la “adversidad”
de cualquier corriente. Suelta velas a la mar y sigue el rumbo de frente. Mi
barco sigue la luz de su destino. Evita naufragar por la mala suerte de un
imprevisto. Mi barco conoce muy bien el riesgo que lo puede esperar cada vez
que se aleja del muelle. Mi barco puede pasar mal tiempo, pero jamás se
detiene.
Mi barco se pasea por los lugares
más hermosos. Recorre las orillas y los puertos para ser parte de ellos de algún
modo. Mi barco jamás abandona su misión. Puede ser abatido muchas veces pero
termina siempre siendo el vencedor. Mi barco zarpa temprano en la mañana. Hace
su trabajo y disfruta lo que hace. Sufre cuando por cosas del Destino tiene que
evitar algún viaje. Mi barco recorre el Mar y lucha contra viento y marea.
Siempre se va por los lugares más distantes, pero nunca se aleja.
Mi barco es mi fuerza. Mi lucha
diaria contra la vida que es una fuerte rival. Mi barco soy yo y mis ganas de
lograr los objetivos. Es mi fe en un sentido muy figurativo. Mi barco lucha
como dices contra la bravura del Mar, contra la fuerza del viento. El siempre cruza los peligros y le da la razón
el tiempo. Mi barco zarpa a diario.
Recorre las olas y se sumerge en el océano.
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