El amor prepara el desayuno en las mañanas. Prepara loncheras y tiende algunas camas. El amor pregunta como vas, como te ha ido. Te hace olvidar que eres adulto porque a pesar de los años, te trata como a un niño. El amor le hecha suavizante a tu ropa, ordena tu desorden. Te hace reír y antes de dormir, te da las buenas noches. El amor es tan grande como pequeño. Es un “te quiero hijo” aunque ya no duermas en casa y seas un veinteañero.
El amor te aconseja mientras te escucha. Te invita un café, cuando el frio entra por los pies. Te dice las verdades como nadie lo hace. Te cachetea y de paso te devuelve la fe. El amor celebra contigo cuando logras objetivos, y porque no, cuando pierdes también. El amor te defiende cuando el peligro quiere algo tuyo. Te lleva a casa cuando los tragos sobran y no deja de girar hasta el Mundo. El amor comparte lo poco o mucho que hay. El amor es un hermano elegido, aunque no sea de la misma fanilia, ni la sangre sea igual.
El amor te da un beso al llegar. Te abraza tan fuerte que a veces no puedes ni respirar. El amor te da "amor" por que lo quiere asi. Planea futuros propios con sueños cumplidos, incluyendote en todos siempre a ti. El amor compra flores a la salida del trabajo. Escribe cartas y cocina postres de celebración. El amor te cuida siempre, inclusive cuando los celos saludan y crees que no. El amor sabe de detalles, nunca olvida algo que te hace feliz. El amor es dar, sin siquiera saber que vas a recibir.
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