30/8/09

Prueba científica


He desarrollado ya la necesitad de verme a tu lado. He comprobado mediante pruebas científicas, que la mejor compañía para mi, no era exactamente yo. Era "ella" cuestionándome las reacciones. Poniendo siempre en tela de juicio lo que pienso, lo que hago. Era un resultado inesperado. El experimento tenia como razón, comprobar que la soledad sienta bien cuando uno quiere estar seguro de todo. Que no había mejor “modo” para sentirse positivo. Durante un tiempo aproximado el sujeto a prueba, ósea yo. Fue sometido a tu compañía, teniendo como variante una alegría espontánea. Un miedo hilarante por no saber que esperar. Efectos como sonrisas, locuras y apego a la vida cuando ella esta.

La segunda parte del experimento proponía reconocer los efectos de la “insuficiencia” de su compañía. Contraponer la soledad y ese “sentimiento nuevo” para ver cual era el de mayor poder. Contra todo pronostico, el sujeto a prueba, perdió capacidad de supervivencia. Arrojando síntomas de infelicidad, dejadez, miedo al "miedo" de no volverla a ver. Angustia y una insoportable intolerancia a si mismo. La necesidad de sus feromonas, de sus respuestas imprevisibles, me habían transformado totalmente. La ciencia junto con ella, habían cambiado mi teoría. El experimento había terminado. La soledad ya no era la mejor. Cambio de forma siendo etiquetada como lo peor. Mi seguridad de mi pasado fue un desperdicio.

Los días siguientes al experimento dejaron de ser tan planeados. Un aire de espontaneidad cubrió todo lo que hacia. Dejando muy de lado la seguridad de resultados. La conclusión incluía un futuro junto a ella. Entenderla y entender que había modificado lo que soy. Pensamientos, teorías, creencias, todo resumido como necesidad por su amor. Me había enamorado y no hay prueba científica para eso. Resultado, a la soledad... no regreso.

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