Cuando la luz se haga nada y cerremos los ojos y abramos los del alma, ¿Que seguirá? Que Mundo mejor o peor nos espera cuando nuestro ultimo aliento de paso al primer respiro no mortal. Nuestro cuerpo se quedará vació habiendo cumplido la tarea de acogernos toda una vida y tal vez nuestra alma ande errante por la espera de otro tan igual a él.
La vida posiblemente pasará en un segundo sin tregua a arrepentirse ni opción de regresar al momento que siempre quisimos cambiar. Naceremos de nuevo con otro rostro, con otro cuerpo, para concluir sueños y buscar lo que jamás en la vida pasada llegamos a encontrar. Seremos árboles “sabios” en bosques amenazados o nos hallaremos corriendo o volando identificados con algún común animal. Seremos lo que fuimos o “a lo peor” no regresaremos nunca jamás.
Convictos al calor del infierno parecido al de alguna calle peligrosa de este hoy, tal vez nos encontremos llorando por el mal que hicimos. Condenados “a lo mismo”, el tiempo se congelara en el “averno” tan popular que nos enseñaron e temer. A lo mejor el paraíso nos esperará con sus ríos de leche, como lo promete “Ala”. Quizás el cielo más azul nos espera con Dios como guía único en ese “Edén” que día a día intentamos ganar.
Cuando la vida pase a ser pasado, deseo encontrarme con la verdad. Refrescarme el alma con la fe que a veces pierdo, encontrar como las películas, la luz brillante de la ansiada paz. Tener la oportunidad de asegurarme que los que amo vivan seguros bajo mi cuidado. Si regreso… regresar una y otra vez más.
Cuando la luz se haga nada y cerremos los ojos y abramos los del alma, ¿Que es lo que sigue? Espero ignorarlo por mucho tiempo. Que el tiempo nos de la oportunidad de vivir el cielo y el infierno aquí y ahora. Que nos falte mucho para saberlo. Que nunca en ese segundo entendemos que nos llego la hora.
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