Para el olvido papel y lápiz.
Recuerdos como tinta. Para regresar a lo que eras “antes” en ese tiempo en
donde dejabas de ser una niña. Para el recuerdo un lapicero punta “pasado”. Un “borrador
de papa” que elimine todos los problemas, sin dejar nada manchado. Para el olvido una hoja “canción”. Un par de
pasos de baile como “lapicero”. Una tonada que traiga al presente, lo que en el
pasado fue tu comienzo.
Para el olvido un monitor
y 40 teclas. Memorias como “archivos”. Para regresar a los bellos momentos con
la familia y la diversión de las tardes, con los verdaderos amigos. Para alimentar la memoria “ensalada” de
detalles. Para la remembranza “menú” de cartas sin correo. Para que no sientas ningún
tipo de “amnesia”… algunos besos que te
debo. Para el olvido, un teléfono y un ¿Cómo estás? Para que no olvides nunca… que “jamás te vamos a olvidar”.
Para el olvido un cuaderno
pequeño y un gran insomnio. Recuerdos como tinta. Para curar el miedo al olvido, una buena taza
de “imágenes de tu verdadero hogar”. Para poder “recordar” sin penas ni
tristezas, rezar y hacer la promesa… de
siempre escribir. Para que tengas como guía tu antigua vida, y la que estará
por venir. Para el olvido papel y lápiz,
recuerdos como inspiración. Para que no
olvides recordar quien fuiste y quien eres hoy.
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